Hola a todos, esto es lo que llevo de avance y me gustaría, si tienen tiempo, que me manden sus comentarios, se que aún necesito trabajarlo.
Muchas gracias!
I. El Estudio del Lenguaje
El habla –como seña particular de
nuestra especie– ha recibido el interés de la filosofía desde sus inicios.
Platón y Aristóteles dedican amplias reflexiones sobre el poder de las
palabras, la relación entre las palabras y el mundo y el desarrollo del lenguaje.
Desde entonces se han desarrollado diversas posturas frente a los problemas que
conlleva el estudio del lenguaje desde una perspectiva filosófica, como puede
notarse, por ejemplo, en la discusión sobre el significado de un término y su
relación con la realidad: lo que es cuestión de mímesis para algunos, es un
invento –una convención– para otros.
A. La filosofía del lenguaje y el lenguaje natural
La filosofía del lenguaje se ha
desarrollado en ámbitos opuestos que dentro de su exposición se encuentran con
lugares comunes. Por un lado, está la propuesta analítica. Esta tradición
centra sus investigaciones en el carácter formal del lenguaje y su posibilidad
de ser cuantificado y verificado. Por otro lado se encuentra la filosofía del
lenguaje natural a la que se dedicará esta sección.
Avramides hace esta distinción
clara al argumentar que tradicionalmente ha habido dos acercamientos al
lenguaje que se diferencian entre sí por le lugar que dan al hablante y a sus
intenciones. La primera es la tradición formal y la segunda es la tradición del
‘uso’ o del lenguaje natural. Sobre la tradición formal comenta que ésta:
[…] se concentra
principalmente en la estructura formal del lenguaje y las interrelaciones entre
enunciados. Su propósito –inter alia– es explicar cómo, a partir de una base
finita de primitivos semánticos*, un usuario del lenguaje puede entender y
construir potencialmente una infinita variedad de enunciados. Los teóricos del
lenguaje formal estudian en abstracción de las imprecisiones y ambigüedades del
uso cotidiano […] (Avramides 1997, 61)
De este modo, para fines
comparativos, cabe mencionar la postura de Avramides con respecto a la
tradición de uso. “En contraste con los teóricos formales, los teóricos del uso
ponen énfasis central en el hablante y lo que hacen con respecto al
significado. No se conforman con mencionar al hablante y que sus intenciones
sean relegadas al nivel de la Pragmática. […]” (Avramides 1997, 62)
Tomando como punto de partida
estas definiciones sobre las dos posturas tradicionales de la Filosofía del
Lenguaje, se pretende estudiar la filosofía del lenguaje natural ya que se
considera que no es posible estudiar el lenguaje aislado de su uso y, de este
modo, alejarnos de las complicaciones que surgen en él. Por ello, se tomará
como base para la presente investigación la filosofía del lenguaje natural.
1. El lenguaje natural
Si nos centramos en la filosofía
del lenguaje es notorio que un número significativo de sus autores habla de un
lenguaje cuantificable, verificable, que se puede formalizar e interpretar bajo
ciertas reglas de análisis de acuerdo con su sintaxis que nos dirán so lo
expresado por el enunciado es verdadero o no, si es carente de sentido o si
representa algo de lo que hay en el mundo.
No obstante, existe otro tipo de
lenguaje al que no se aplica la formalización dado que lo que expresa no es del
tipo verificable. Nos referimos en este sentido al lenguaje natural, el cual
definiremos –siguiendo las líneas de Avramides– como el lenguaje tal y como se
usa en la cotidianeidad, con todas las imprecisiones que esto implica. En este sentido, lo que interesa al lenguaje
natural no es como tal la forma del enunciado, sino que el énfasis recaerá en
la acción que resulta del mismo. Esta
aproximación al lenguaje está asociada con los escritos de John Langshaw
Austin, Ludwig Wittgenstein y Paul Grice
Wittgenstein y Austin
argumentaban que la forma en que los filósofos del lenguaje que siguen la
tradición formal* (e.g. Russell) tratan el lenguaje es errónea. Se refieren
directamente al acto de examinar una proposición expresada por una oración y
tratarla como un objeto de interés en sí mismo al cual deben encontrar su
estructura. En su lugar, estos filósofos
consideran que el lenguaje no es un objeto abstracto que puede ser estudiado
‘como espécimen bajo un microscopio’ sino que el lenguaje tiene la forma del
comportamiento de quien lo usa y por ello es parte de una práctica social.
Las oraciones de los teóricos
–contrarias a las investigaciones del lenguaje natural– representan para ellos
“abstracciones violentas”[1] de
las acciones de seres humanos en contextos reales dentro de ocasiones
particulares, por lo que no se les puede tratar como objetos que tienen vida
propia, haciendo irrelevante las condiciones en las que estas oraciones
aparecen. Si bien las aportaciones de Wittgenstein al estudio del lenguaje
natural son de considerable interés, no serán analizadas a profundidad dentro
de esta investigación. En su lugar, nos concentraremos en la teoría propuesta
por Austin sobre el lenguaje como una acción, la cual trataremos a
continuación.
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