domingo, 27 de mayo de 2012

Párrafos Alexandra


Hola a todos, esto es lo que llevo de avance y me gustaría, si tienen tiempo, que me manden sus comentarios, se que aún necesito trabajarlo. 

Muchas gracias!

I. El Estudio del Lenguaje


El habla –como seña particular de nuestra especie– ha recibido el interés de la filosofía desde sus inicios. Platón y Aristóteles dedican amplias reflexiones sobre el poder de las palabras, la relación entre las palabras y el mundo y el desarrollo del lenguaje. Desde entonces se han desarrollado diversas posturas frente a los problemas que conlleva el estudio del lenguaje desde una perspectiva filosófica, como puede notarse, por ejemplo, en la discusión sobre el significado de un término y su relación con la realidad: lo que es cuestión de mímesis para algunos, es un invento –una convención– para otros.

              A. La filosofía del lenguaje y el lenguaje natural

La filosofía del lenguaje se ha desarrollado en ámbitos opuestos que dentro de su exposición se encuentran con lugares comunes. Por un lado, está la propuesta analítica. Esta tradición centra sus investigaciones en el carácter formal del lenguaje y su posibilidad de ser cuantificado y verificado. Por otro lado se encuentra la filosofía del lenguaje natural a la que se dedicará esta sección.
Avramides hace esta distinción clara al argumentar que tradicionalmente ha habido dos acercamientos al lenguaje que se diferencian entre sí por le lugar que dan al hablante y a sus intenciones. La primera es la tradición formal y la segunda es la tradición del ‘uso’ o del lenguaje natural. Sobre la tradición formal comenta que ésta:
 […] se concentra principalmente en la estructura formal del lenguaje y las interrelaciones entre enunciados. Su propósito –inter alia– es explicar cómo, a partir de una base finita de primitivos semánticos*, un usuario del lenguaje puede entender y construir potencialmente una infinita variedad de enunciados. Los teóricos del lenguaje formal estudian en abstracción de las imprecisiones y ambigüedades del uso cotidiano […] (Avramides 1997, 61)
De este modo, para fines comparativos, cabe mencionar la postura de Avramides con respecto a la tradición de uso. “En contraste con los teóricos formales, los teóricos del uso ponen énfasis central en el hablante y lo que hacen con respecto al significado. No se conforman con mencionar al hablante y que sus intenciones sean relegadas al nivel de la Pragmática. […]” (Avramides 1997, 62)

Tomando como punto de partida estas definiciones sobre las dos posturas tradicionales de la Filosofía del Lenguaje, se pretende estudiar la filosofía del lenguaje natural ya que se considera que no es posible estudiar el lenguaje aislado de su uso y, de este modo, alejarnos de las complicaciones que surgen en él. Por ello, se tomará como base para la presente investigación la filosofía del lenguaje natural.    

                             1. El lenguaje natural

Si nos centramos en la filosofía del lenguaje es notorio que un número significativo de sus autores habla de un lenguaje cuantificable, verificable, que se puede formalizar e interpretar bajo ciertas reglas de análisis de acuerdo con su sintaxis que nos dirán so lo expresado por el enunciado es verdadero o no, si es carente de sentido o si representa algo de lo que hay en el mundo.

No obstante, existe otro tipo de lenguaje al que no se aplica la formalización dado que lo que expresa no es del tipo verificable. Nos referimos en este sentido al lenguaje natural, el cual definiremos –siguiendo las líneas de Avramides– como el lenguaje tal y como se usa en la cotidianeidad, con todas las imprecisiones que esto implica.  En este sentido, lo que interesa al lenguaje natural no es como tal la forma del enunciado, sino que el énfasis recaerá en la acción que resulta del mismo.  Esta aproximación al lenguaje está asociada con los escritos de John Langshaw Austin, Ludwig Wittgenstein y Paul Grice

Wittgenstein y Austin argumentaban que la forma en que los filósofos del lenguaje que siguen la tradición formal* (e.g. Russell) tratan el lenguaje es errónea. Se refieren directamente al acto de examinar una proposición expresada por una oración y tratarla como un objeto de interés en sí mismo al cual deben encontrar su estructura.  En su lugar, estos filósofos consideran que el lenguaje no es un objeto abstracto que puede ser estudiado ‘como espécimen bajo un microscopio’ sino que el lenguaje tiene la forma del comportamiento de quien lo usa y por ello es parte de una práctica social.

Las oraciones de los teóricos –contrarias a las investigaciones del lenguaje natural– representan para ellos “abstracciones violentas”[1] de las acciones de seres humanos en contextos reales dentro de ocasiones particulares, por lo que no se les puede tratar como objetos que tienen vida propia, haciendo irrelevante las condiciones en las que estas oraciones aparecen. Si bien las aportaciones de Wittgenstein al estudio del lenguaje natural son de considerable interés, no serán analizadas a profundidad dentro de esta investigación. En su lugar, nos concentraremos en la teoría propuesta por Austin sobre el lenguaje como una acción, la cual trataremos a continuación.



[1] Ver . Lycan, William. Philosophy of Language, Second Edition, 2008 Routledge NY. P 71

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