Agrego los primeros párrafos de lo que pretendo sea mi tesis. He hecho las correcciones que tuvieron a bien hacerme. Gracias. Cualquier comentario es bienvenido. Saludos.
I
KANT Y LA PREGUNTA “¿QUÉ DEBO HACER?”
Dentro de la filosofía la pregunta por el actuar se presenta como fundamental. El hombre, como ser en el mundo, se ve condenado a la acción. ¿Cómo actuar? Esa cuestión implica una revisión por parte del sujeto sobre sí mismo y la relación que guarda con el mundo al que fue arrojado.
A lo largo de la historia del pensamiento, el problema del “¿qué hacer?” ha aparecido siempre vigente con distintos intentos de respuesta. Una de ellas ha trascendido contextos: la que da Immanuel Kant, quien se enfrenta a la pregunta fundamental por la acción desde la concepción de que el sujeto requiere hacer un examen sobre sí en lo referente a sus deseos, sus pasiones y también sus posibilidades.
Esta revisión por la que Kant aboga sólo es realizable mediante la reflexión filosófica. Él ve en la filosofía un arte de vivir[1] que encamina al hombre a la consecución de sus fines y, más aún, a establecer sus propios fines[2]. Así, Kant se enfrenta al problema de la acción desde una filosofía crítica que no se plantea ya la pregunta “¿qué hacer?”, sino que lleva a un nivel de necesidad deontológica la pregunta por el actuar y la convierte en “¿qué debo hacer?”
- Una sociedad en minoría de edad
Si para fundamentar la acción lo primero que tiene que hacer el sujeto es una revisión sobre sí mismo y la relación que guarda con el mundo, es necesario, entonces, que el sujeto piense por sí mismo. El problema principal que encuentra Kant con la sociedad de su época es precisamente ese: los hombres no son capaces de pensar por sí mismos; no porque carezcan de inteligencia, sino por pereza y comodidad. Esa incapacidad de pensar por sí mismo, nos dice Kant, se ha convertido casi en una segunda naturaleza de los hombres de su época[3].
En la respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración? de 1784, Kant realiza una crítica a esta condición en que viven los hombres de su época, a la cual se refiere como una condición de “minoría de edad”[4], pues todo el actuar está guiado por los “tutores”, quienes enseñan a los hombres que el paso de la emancipación es extremadamente peligroso, y que es mejor estar cómodamente sin pensar; “si puedo pagar no hace falta pensar, que alguien más lo haga por mí”.
Kant nos dice que la Ilustración es “la liberación del hombre de su culpable incapacidad”[5]. Con incapacidad se refiere, precisamente, a la imposibilidad de servirse de la propia inteligencia sin ayuda de otro. Para lograr hacer un examen de sí mismo es necesario seguir el lema de la ilustración: “¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!”.